Aumentan salario mínimo para 2 millones de personas con sueldos más bajos mientras activistas exigen £10 por hora

Crédito: Bank of England / flickrCC BY-NC-ND 2.0

Activistas piden mayor incremento para ayudar a los más afectados por la interrupción debido a la Covid: los trabajadores menores de 25 años

Los aumentos en el salario mínimo vital han entrado en vigor en todo el país, y harán que 2 millones de trabajadores reciban más dinero en un momento en que empleadores y empleados sufren las dificultades de la crisis por el coronavirus.

Los nuevos niveles salariales — anunciados antes de los Presupuestos del mes pasado — fueron recomendados por la Comisión de Bajos Pagos sobre la base de que los puestos de trabajo podrían ponerse en riesgo a través de aumentos más generosos en los niveles legales, dada la magnitud de la convulsión del momento actual.

Cifras oficiales han puesto al descubierto la cruda realidad de cientos de miles de empleos perdidos, en términos netos, a lo largo de la pandemia hasta la fecha, mientras 5 millones de trabajadores permanecen en el programa de retención de empleo del Tesoro — conocido como furlough.

Si bien las estadísticas de empleo más recientes han mostrado un panorama mejorado, también han demostrado que los jóvenes — a menudo los que reciben sueldos más bajos — han pagado el precio más alto.

Esto se debe a que muchos tienden a trabajar en el comercio minorista y la hostelería, dos sectores de los más afectados por la hibernación económica forzosa.

La nueva tarifa para el sueldo vital nacional — tradicionalmente más alta — incluye a los trabajadores de 23 y 24 años por primera vez, y equivale a £345 adicionales al año para un empleado a tiempo completo.

Los aumentos harán que trabajadores de 23 años o más tengan derecho a percibir £8,91 por hora, de los £8,72 anteriores.

Para los jóvenes de 21 a 22 años, la tarifa por hora se eleva a £8,36. Para los más jóvenes que tienen entre 18 y 20 años será, desde hoy, £6,56.

Los menores de 18 años y los aprendices también recibirán un aumento, pero seguirán percibiendo menos de £5 por hora trabajada.

Es un aumento de 2.2% en términos reales, por encima de la tasa de inflación, para quienes ganan el salario mínimo vital nacional, y más del doble del aumento que los ministros ofrecieron a las enfermeras y otros trabajadores de la sanidad en Inglaterra en medio de una continua disputa salarial durante la pandemia.

El ministro de comercio Kwasi Kwarteng dijo: «En los años más duros, estamos protegiendo a los trabajadores poniendo más dinero en los bolsillos de los peor pagados de Reino Unido.»

«Este aumento ayudará simultáneamente a millones de familias en todos los rincones del país y a las empresas, mientras nos preparamos para reabrir nuestra economía de manera segura y reconstruirnos mejor después de la pandemia.»

«Insto a todos los trabajadores a que verifiquen su paquete salarial para asegurarse de que están obteniendo lo que tienen derecho a recibir, y quiero recordar a los empleadores su deber de pagar el salario correcto.»

El aumento en las tarifas agrega más presión sobre las empresas que luchan por volver a la normalidad, aunque plataformas activistas contra la pobreza sugieren que la Comisión ha sido demasiado amable con ellos en su evaluación de la situación, dadas las presiones sobre las finanzas personales para los peor pagados.

Los activistas piden tarifas superiores a £10 por hora.

Mike Hawking, de la Fundación Joseph Rowntree, dijo: «La pandemia ha demostrado la urgencia de tomar medidas para abordar la injusticia de la pobreza en el trabajo, y avanzar hacia un salario digno real.»

«El apoyo recibido hoy es necesario, pero a medida que comenzamos a recuperarnos del impacto del año pasado, demasiados trabajadores se están dando cuenta de que los aumentos del salario mínimo están desapareciendo debido a la seguridad social inadecuada, las horas insuficientes disponibles para ellos y los altos costos de la vivienda».

La secretaria general del Congreso de Sindicatos (TUC), Frances O’Grady, dijo: «Aquellos que esperaban para hoy un aumento salarial decente, han sido defraudados por la decisión del Gobierno de retroceder en el aumento total que se les prometió.»

«El análisis de TUC muestra que uno de cada tres trabajadores clave gana menos de £10 por hora.»

«Esto puede hacerles más difícil pagar facturas y poner comida en la mesa.»

«Los ministros deben conseguir el aumento del salario mínimo hasta £10 por hora para evitar que millones de trabajadores vivan en la pobreza,» concluyó.



Artículo de James Sillars
Publicado en Sky News el 
jueves, 1 de abril de 2021

Traducido al español por Alejandro Tellería-Torres

Enlace al artículo original en inglés: https://news.sky.com/story/minimum-wage-rise-takes-effect-for-two-million-lowest-paid-but-campaigners-demand-10-an-hour-12261963

Indignación por acusaciones de esclavitud en reporte gubernamental sobre racismo

THE TIMES — JUEVES, 1 DE ABRIL DE 2021

Informe respaldado por Whitehall ‘glorifica’ al imperio británico

La revisión gubernamental sobre racismo ha sido condenada como «culturalmente sorda» después de declarar que hay una nueva historia que contar sobre la esclavitud, la cual no se trata solo de lucro y sufrimiento.

El informe de la Comisión Independiente sobre Disparidad Racial y Étnica, formada en julio pasado después del resurgimiento internacional del movimiento Black Lives Matter, argumentó que en esa era también “los pueblos africanos se transformaron culturalmente a sí mismos”.

Los comentarios en el prólogo — escrito por el presidente de la comisión, Tony Sewell — fueron condenados pocas horas después de su publicación ayer. Los laboristas dijeron que «glorifican» y dan un giro positivo a la esclavitud y el imperio.

El informe de 258 páginas solicitado por los ministros criticó la denominación privilegio blanco — la cual fue catalogada como controvertida y discutida — y sugirió que el término racismo institucional se usaba con demasiada facilidad. También dijo que la estructura familiar y la clase social tenían un impacto mayor que la raza en el resultado de la vida de las personas.

El informe hace 24 recomendaciones sobre educación, salud, delincuencia y empleo. Éstas incluyen no usar el término BAME (negro, asiático y minoría étnica), alargar la jornada escolar para ayudar a alumnos desfavorecidos, exigir que la policía tenga las cámaras corporales encendidas durante detenciones y registros, y establecer un organismo independiente para abordar las disparidades sanitarias. También se indica que los ministros deberían convertir en prioridad política abordar el racismo y el abuso anónimo en las plataformas de redes sociales.

Su publicación provocó una reacción violenta inmediata. Frances O’Grady, secretaria general del Congreso de Sindicatos (TUC), dijo: «El racismo institucional y estructural existe en Reino Unido, tanto en el mercado laboral como en la sociedad en general.»

El sindicato GMB acusó a los autores de gaslighting — es decir, culpar indirectamente — a trabajadores y comunidades de minorías étnicas, manipulándolos para que dudaran de sus creencias. Su secretario nacional, Rehana Azam, dijo que sentía que se trataba de un informe profundamente cínico, calificándolo de “irresponsable e inmoral”.

Se criticó especialmente la descripción de la esclavitud. En el prólogo, al explicar las recomendaciones sobre la enseñanza de la historia escolar, Sewell escribió: «Hay una nueva historia sobre la experiencia caribeña que habla de que el período de la esclavitud no solo se trata de lucro y sufrimiento, sino de cómo los africanos se transformaron culturalmente».

El informe propuso una herramienta didáctica llamada Making of Modern Britain [Así se hizo el Reino Unido moderno] para «contar las múltiples y matizadas historias de las contribuciones realizadas por diferentes grupos que han hecho de este país lo que es hoy». Sewell dijo que la recomendación era una respuesta a «llamados negativos para ‘descolonizar’ el plan de estudios», y agregó: «Hemos argumentado en contra del derribo de estatuas. Más bien, queremos que todos los niños recuperen su herencia británica.»

Halima Begum, directora ejecutiva del think tank [grupo de expertos] Runnymede Trust, dijo: “Estoy absolutamente asombrado de ver que la trata de esclavos pareciera haber sido redefinida como ‘la experiencia caribeña’, como si fuera un paquete que [la agencia de viajes] Thomas Cook debería vender, cuando fue un crucero de ida y vuelta con grilletes al purgatorio. La sordera cultural de este informe solo se hará más clara en los próximos días y semanas.»

Lord Woolley de Woodford — miembro de la Cámara de los Lores que fundó la Operación Voto Negro y anteriormente presidió el grupo asesor de la unidad gubernamental de disparidad racial — dijo: «La única buena narrativa sobre la esclavitud de los africanos es que sobrevivimos.»

Marsha de Cordova, ministra de igualdad y mujeres de la oposición laborista, dijo que los comentarios dan un «giro positivo a la esclavitud y el imperio». Hizo un llamado al Gobierno para que explicara “cómo llegaron a publicar contenidos glorificando la trata de esclavos, y se desvincularon de inmediato de estos comentarios”.

Un portavoz del Gobierno dijo que «respondería a las recomendaciones a su debido tiempo».

Sewell dijo anoche: “Es absurdo sugerir que la Comisión está tratando de restar importancia al mal del comercio de esclavos. Es ridículo y ofensivo para todos y cada uno de los comisionados. El informe simplemente dice que, frente a la inhumanidad de la esclavitud, los africanos preservaron su humanidad y cultura.”

Su informe también elogió a Gran Bretaña como un modelo racial para otras naciones, diciendo que se había convertido en una sociedad más abierta y que las desigualdades raciales se habían reducido en la educación y el empleo. No niega que el racismo sea una «fuerza real» en Reino Unido que debe tomarse en serio.

Algunos acogieron con satisfacción los hallazgos. La baronesa Falkner de Margravine, presidenta de la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos, dijo que «identifica correctamente las diversas causas de las disparidades».

Duwayne Brooks, exconcejal y amigo de Stephen Lawrence — víctima de asesinato por motivos raciales en 1993 — dijo a Times Radio: «El informe deja en claro que el racismo existe, eso es un hecho en este país.»

Cuando se le preguntó si pensaba que no había racismo institucional en Reino Unido, Samir Shah — uno de los comisionados que redactó el informe — dijo a la BBC: «No, esa no es mi opinión ni la de la comisión.»