
i – SÁBADO, 7 DE MARZO 2018
Presionan a la policía para reabrir una investigación sobre el ‘asesinato’ del informante ruso Alexander Perepilichnyy
La policía británica soporta presiones para reabrir formalmente su investigación sobre la muerte de un informante ruso que se desplomó frente a su domicilio en Surrey, después de que las autoridades francesas comenzaran a tratar el caso como un presunto asesinato. Alexander Perepilichnyy, de 44 años, falleció repentinamente en 2012 mientras salía a correr unas horas después de volver de un viaje a París, donde la policía está investigando si le fue suministrado un veneno a base de plantas utilizado por asesinos. Bill Browder, el empresario al que se unió Perepilichnyy poco antes de morir para ayudarle a exponer un fraude masivo que involucraba a funcionarios tributarios rusos, ha sido entrevistado durante 18 horas por detectives franceses que investigan “asesinatos organizados” y “conspiración criminal”.
La investigación francesa contrasta con la postura de la policía de Surrey, que dictaminó dentro de los seis meses de la muerte de Perepilichnyy que no hubo “participación de terceros” en su fallecimiento, y continúa insistiendo en que no hay motivo para investigar la muerte como asesinato. La larga investigación sobre la muerte de Perepilichnyy, cuyo proceso se encuentra ahora en su tercer año, se reanudará en el Old Bailey de Londres el martes de la próxima semana para una audiencia de tres días; además, se ha solicitado que la modelo y diseñadora de modas
ucraniana de 22 años con quien Perepilichnyy compartió su habitación de hotel en París – a pesar de estar casado – preste testimonio en la audiencia.
Pero la investigación francesa y las secuelas de los envenenamientos de Salisbury han generado una nueva presión para que la policía reabra la investigación penal sobre la muerte de Perepilichnyy. Aunque el agente nervioso utilizado contra el ex espía Sergei Skripal es radicalmente diferente del veneno que se sospecha ha sido administrado a Perepilichnyy, el entorno del empresario cree que hay cada vez más pruebas de que el crimen encaja en un patrón de asesinatos decididos por el gobierno ruso
o útiles para sus fines.
Tanto Scotland Yard como el MI5 ya están llevando a cabo una “revisión” del caso Perepilichnyy tras la solicitud que ha hecho la ministra del interior Amber Rudd de analizar nuevamente hasta 14 muertes sospechosas en Reino Unido que, supuestamente, la inteligencia estadounidense cree estaban vinculadas al estado ruso o al crimen organizado.
Los casos que se analizan incluyen la muerte del magnate Boris Berezovsky, arquitecto del ascenso de Vladimir Putin al poder cuya muerte
la policía creyó que
fue un suicidio en 2013, y su socio georgiano Badri Patarkatsishvili, que murió de un aparente ataque al corazón.