
THE INDEPENDENT — SÁBADO, 25 DE AGOSTO 2018
Reino Unido podría perder cerca de £500 millones de financiación anual provenientes de la ciencia europea en el caso de un Brexit sin acuerdo, lo que pone en peligro la investigación sobre el cáncer y otros tratamientos de salud, revelan nuevas cifras.
El país recibe €1.280 millones (£1.15bn) cada año de Horizon 2020, el programa de financiación de la UE para la ciencia y la innovación.
Perdería además casi el 45% del dinero en efectivo y su capacidad para influir en proyectos europeos clave, en un escenario de no negociación, según el análisis de los científicos del grupo de la UE.
El gobierno había intentado previamente tranquilizar a los científicos afirmando que todavía tendrían acceso a la financiación de la UE en virtud de las normas de «terceros países» en el caso de un Brexit sin acuerdo.
Pero luego de la publicación esta semana de sus planes para un Brexit de este tipo, el gobierno ha actualizado las recomendaciones a los científicos y ha terminado reconociendo que se perderán los fondos de la UE.
«La participación de terceros países no se extiende a algunas actividades de Horizon 2020», dice ahora la recomendación publicada en gov.co.uk.
Esa línea actualizó un informe publicado a principios de agosto que decía: «En un escenario sin acuerdos, los investigadores y empresas de Reino Unido podrían postularse y participar en todas las convocatorias de Horizon 2020 abiertas a participantes de terceros países desde la fecha de salida.»
Sin una membresía completa de Horizon 2020, Reino Unido perdería el acceso al dinero del Consejo Europeo de Investigación (ERC), Marie Skłodowska-Curie Actions (MSCA) y las subvenciones de SME Instrument, que no están disponibles para «terceros países».
El prestigioso ERC y el MSCA concentran la mayor parte de los fondos de la UE, y perderlos sería un gran golpe para la comunidad científica del país.
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Alex Salmond (foto) ha negado acusaciones de acoso sexual en su contra pero admitió haber cometido «muchos errores» en una entrevista horas después de que las quejas contra él se hicieron públicas.
El ex primer ministro escocés le dijo a la BBC que él no era «santo» y que «tenía fallos», pero insistió en que no había estado involucrado en ninguna forma de mala conducta.
Salmond está acusado de dos casos de agresión sexual en diciembre de 2013. Según los informes, involucraron al personal en la residencia oficial del primer ministro en Edimburgo durante su tiempo en el puesto.
