
THE SCOTSMAN — SÁBADO, 4 DE AGOSTO 2018
El centro de la ciudad de Edimburgo podría convertirse en una «zona libre de tráfico» en virtud de una radical propuesta a ser presentada al público.
Una de las tres opciones presentadas por el ayuntamiento es «un replanteamiento radical de cómo se mueve y opera la ciudad», donde «las calles clave podrían ser peatonales».
El documento, llamado ‘Conectando nuestras ciudades, transformando nuestros lugares’, explica tres enfoques para potencialmente revisar el futuro del transporte en la capital escocesa. Las rutas del centro de la ciudad, como las calles Princes y George — donde automóviles, autobuses y taxis podrían prohibirse — aún no se han identificado específicamente en un informe que propone lo que sería la mayor transformación del transporte de las zonas antiguas y nuevas de Edimburgo.
Pero el informe dice: «El centro de la ciudad se convertiría en una zona libre de tráfico en gran medida, con controles establecidos para permitir el tráfico esencial y con prioridad para los peatones en el casco antiguo, el centro y los barrios de la ciudad.
«Se podrá usar coche para ir, pero no para pasar por el centro de la ciudad.»
«Se podría desarrollar una serie de centros donde los autobuses puedan solo dejar pasajeros, así como usar otras formas de transporte menos impactante.»
«Las aceras se ampliarían significativamente y se mejorarían los espacios públicos. Las calles más importantes serían peatonales.»
El informe agrega: «Habría rutas estratégicas para caminar y carriles bici segregados en toda la ciudad, con una red de orientación integral para guiar a los peatones por la ciudad.»
«El transporte público podría integrarse completamente con el pago inteligente ‘contactless’ para su uso en todos los servicios de transporte público.»
«Se podría proporcionar nuevos intercambios de párkings temporales para vehículos de turismo (‘park-and-ride’) en puntos clave de la ciudad, con una serie de nuevos corredores de prioridad de autobuses vinculados a ellos.»
Foto: Se espera que cientos de personas se unan a una protesta escocesa contra un controvertido plan de desalojo a solicitantes de asilo, cambiando las cerraduras de su alojamiento. Activistas se han comprometido a quemar avisos de desalojo en la subdelegación de gobierno en Glasgow hoy en protesta por la decisión de la empresa privada Serco de comenzar a retirar de sus hogares a un primer grupo de 300 refugiados.
Dylan Moran: «La gente me dice que soy muy intenso.»
