
THE INDEPENDENT — VIERNES, 10 DE AGOSTO 2018
«No hay marcha atrás»: las mujeres argentinas prometen seguir luchando por el aborto legal. Foto de activistas pro-elección ayer en Buenos Aires, donde el senado votó en contra de permitir la terminación del embarazo.
Theresa May está atrapada en una guerra civil al interior de su propio partido, tras la decisión de considerar un procedimiento disciplinario contra Boris Johnson por sus comentarios sobre las mujeres musulmanas que usan el niqab.
Altos cargos del Partido Conservador atacaron a la primera ministra después de que se confirmara que, luego de una serie de quejas, Johnson enfrentará una investigación completa.
Algunos parlamentarios pro-Brexit afirmaron que las quejas fueron impulsadas políticamente por aquellos que no están de acuerdo con Johnson sobre la Unión Europea, mientras que otros advirtieron que perseguirle desmembraría al partido.
Un miembro de la bancada conservadora dijo a The Independent que el manejo del asunto por May y otros líderes del partido había sido tan deficiente que las posibilidades de un desafío a su liderazgo durante el verano habían aumentado.
El conflicto se produce luego de la amonestación que el organismo de auditoría ministerial ha extendido a Johnson por haber firmado un contrato para publicar una columna en el periódico The Daily Telegraph a pocos días de haber dejado el cargo, sin buscar asesoramiento sobre si hacerlo podría generar conflictos de interés.
El proceso interno — que analiza la comparación que hizo Johnson de las mujeres musulmanas con apariencia de «asaltabancos» o «buzones de correo» — se activó automáticamente el jueves, luego de que la sede del partido recibiera varias quejas al respecto.
Se cree que al menos una fue presentada por el fundador del Foro Conservador Musulmán, Lord Sheikh, quien ha pedido al partido que «quite el látigo» a Johnson, lo que significa que ya no representará a los conservadores en el Parlamento.
Un portavoz del partido dijo escuetamente: «El proceso que sigue el código de conducta es estrictamente confidencial.»
Se entiende que después de las quejas, los líderes del partido deben decidir si la acusación es lo suficientemente grave como para establecer un panel de investigación que determine si Johnson ha incumplido o no el citado código.




