METRO – JUEVES, 3 DE MAYO 2018

Hasta 300 mujeres han podido haber muerto por cáncer de mama por un fallo en los ordenadores que no se advirtió en casi 10 años, ha admitido ayer el ministro de salud Jeremy Hunt (foto) en el Parlamento.

Casi 450.000 mujeres mayores dejaron de recibir sus invitaciones para acudir a hacerse pruebas de rutina en el NHS por el error informático, y que eso hace que “su mejor estimación” sea que entre 135 y 270 de ellas han sufrido un recorte en sus vidas al perder la oportunidad de detectar y tratar tumores.

Sin embargo, ello hace que desgraciadamente sea posible que haya algunas personas en este grupo que hubieran estado vivas hoy de no haberse dado este fallo. Por ello, Hunt ha dicho que los familiares podrán solicitar compensaciones si se determina que “el no haberse hecho los chequeos haya sido una causa probable del fallecimiento”, insinuando la posibilidad de reclamaciones multimillonarias.

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