THE INDEPENDENT – MIÉRCOLES, 16 DE MAYO 2018
El ministro del interior ha admitido que más de 60 personas pudieron haber sido deportadas o expulsadas ilegalmente de Reino Unido por el escándalo Windrush.
En declaraciones al Comité de Asuntos de Interior, Sajid Javid reveló que el Home Office (su ministerio) estaba investigando 63 casos de ciudadanos caribeños que pudieron haber sido expulsados del país a pesar de haber vivido legalmente en Reino Unido durante décadas.
Hizo hincapié en que el trabajo de examinar los registros continuaba y que el número final todavía estaba sujeto a cambios.
Javid dijo a los parlamentarios el martes que los funcionarios habían revisado los registros de 8,000 ciudadanos caribeños que habían sido expulsados o deportados desde 2002, y que encontraron que 63 de ellos podrían haber sido miembros de la generación Windrush.
“El departamento ha estado retrocediendo y verificando sus registros desde 2002 en adelante, observando todas las remociones y deportaciones de nacionales caribeños mayores de 45 años, lo que significa que podrían haberse beneficiado potencialmente de la Ley de 1971”, dijo a los parlamentarios.
“Hasta ahora, hemos encontrado 63 casos en los que las personas podrían haber ingresado a Reino Unido antes de 1973”.
De los 63 casos, Javid dijo que 32 eran delincuentes extranjeros y 31 eran expulsiones administrativas, de las cuales dijo que todas menos una fueron retiros voluntarios, lo que significa que se fueron porque recibieron cartas que les decían que tenían que dejar territorio británico.
La admisión del ministro del interior se produce una semana después de que la ministra de inmigración Caroline Nokes le dijera al mismo comité que no estaba al tanto de ninguna deportación ilegal de inmigrantes de Windrush. Momentos después, el funcionario de interior Hugh Ind dijo a los parlamentarios que la cifra era “hasta cinco”.
Ind también admitió durante su testimonio que el año pasado se pagaron alrededor de £3.3 millones en compensación por las detenciones que posteriormente se consideraron ilegales en los tribunales, y reconoció que había un “problema grave” con las detenciones de inmigrantes ilegales.
Cuando se le preguntó si los ciudadanos Windrush habían sido detenidos por error durante la audiencia del martes, Javid dijo que no lo sabía, diciendo que su prioridad era saber si las personas habían sido deportadas erróneamente.
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