Prensa británica de mañana, HOY — METRO — MARTES, 31 DE JULIO 2018

METRO Tue 31 Jul

METRO — MARTES, 31 DE JULIO 2018

El abuso sexual es endémico en el sector de la ayuda debido a la actitud de un «club de niños» en las organizaciones benéficas dominadas por hombres, advierten los parlamentarios.

En un informe condenatorio, dijeron que un ambiente ‘machista’ contribuyó al tipo de atmósfera donde se toleraba la explotación sexual.

El comité interpartidario de cooperación internacional de los Comunes acusó al sector de ‘complacencia que raya en complicidad’ por el escándalo de abuso.

Destaca fallos relacionados con los destinatarios de la ayuda, y ataques a los trabajadores de la entidad caritativa.

Descubrió que la entrega de ayuda a las personas había sido subvertida por depredadores sexuales, y que solo se tomaron medidas superficiales para enfrentarla.

Los jefes caritativos «engañados» estaban involucrados en una «cultura de negación», mostrando más preocupación por las buenas relaciones públicas que por las víctimas.

Los parlamentarios destacan que la falta de barreras hace que la ayuda sea un «sector atractivo para las personas que desean explotar a los demás».

El informe, ‘Explotación sexual y abuso en el sector de la cooperación’, aparece luego de la exposición del abuso por los cooperantes de Oxfam en Haití en 2011. Entre las conclusiones devastadoras, se estableció que:

– Oxfam estaba más preocupado por el riesgo que corría su reputación que por el peligro que se perdería a los destinatarios de la ayuda;

– Las organizaciones benéficas y el Departamento para la Cooperación Internacional ignoraron los informes de abuso sexual que se remontan a casi dos décadas;

– La ONU aún niega los abusos cometidos por su personal, algunos de los cuales tienen inmunidad judicial;

– El abuso contra los propios trabajadores humanitarios, incluida la violación, puede ser más frecuente de lo que se pensaba;

– Los denunciantes tienen miedo de hablar por temor a perder sus trabajos.

Los parlamentarios exigieron un impulso a los poderes de la Comisión de Caridad, con el nombramiento de un nuevo e independiente defensor del pueblo («ombudsman»).

También pidieron un registro mundial de trabajadores humanitarios para terminar con el escándalo de los abusadores que se trasladan de una organización benéfica a otra.

Prensa británica de mañana, HOY — i — MARTES, 31 DE JULIO 2018

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i — MARTES, 31 DE JULIO 2018

Derecho a morir: los familiares angustiados ya no necesitarán permiso legal para terminar con la atención médica de sus seres queridos en estado vegetativo permanente, según ha dictaminado el Tribunal Supremo, lo que facilitará a los médicos retirar alimentos y líquidos para permitir que estos pacientes mueran.

La sentencia se presentó en un caso ante la corte suprema de Reino Unido luego de que un banquero de 50 años sufriera un ataque al corazón, lo que resultó en daño cerebral severo. El caso continuó después de su fallecimiento, para que se pudiera tomar una decisión judicial.

A partir de junio de 2017, el analista financiero de 52 años de edad al que solo se puede identificar como el señor Y, sufría un trastorno prolongado de conciencia (PDOC) después de sufrir un paro cardíaco como resultado de una enfermedad de la arteria coronaria — PDOC es un diagnóstico para pacientes que permanecen en coma, estado vegetativo y estado mínimamente consciente después de una lesión cerebral. Los expertos coincidieron en que era altamente improbable que el señor Y volviera a la conciencia y, aunque lo hiciera, tendría una profunda discapacidad cognitiva y física y dependería siempre de los demás.

El señor Y no había tomado ninguna decisión anticipada para rechazar el tratamiento, pero su familia estaba firmemente convencida de que no querría que lo mantuvieran vivo dado el mal pronóstico. Su familia y su equipo médico acordaron que hubiera sido su voluntad que se le retirase la nutrición e hidratación clínicamente asistida (CANH), con el resultado de que moriría luego de dos o tres semanas.

En noviembre del año pasado, el NHS Trust que estuvo a cargo solicitó una declaración ante el Tribunal Supremo de que no era obligatorio solicitar la aprobación del tribunal para la retirada de CANH de un paciente con PDOC, cuando el equipo clínico y la familia del paciente acordasen que no estaba en el mejor interés del paciente continuar el tratamiento, y que no se generaría responsabilidad civil o criminal si el CANH fuese retirado. Un juez del Tribunal Superior aprobó la declaración el mismo mes.

La juez autorizó una apelación del Procurador Oficial — que representa a las personas que carecen de capacidad de decisión — y el CANH se siguió suministrando mientras tanto, pero el señor Y murió en diciembre. Se decidió que la apelación ante cinco magistrados de la Corte Suprema debería realizarse debido a la importancia general de las cuestiones planteadas.

Las definiciones del NHS sobre lo que es un estado vegetativo incluyen casos en que una persona despierta no muestra signos de conciencia. Puede abrir los ojos, despertarse y quedarse dormido a intervalos regulares y tener reflejos básicos. También puede regular sus latidos y la respiración sin asistencia. El estado vegetativo permanente se define a partir de seis meses si es causado por una lesión cerebral no traumática, o más de 12 meses si es causado por una lesión cerebral traumática.

Los avances en medicina han hecho que muchas personas más sobrevivan incidentes traumáticos que en el pasado. Muchas personas tendrán «trastornos prolongados de conciencia», en coma o estado vegetativo, donde no muestran conciencia de su entorno, o un estado mínimamente consciente, donde muestran una conciencia muy limitada.

El NHS no publica datos sobre estos pacientes, pero las solicitudes bajo la ley de libertad de información de 2016 a todos los CCG individuales y organismos del NHS en todo Reino Unido mostraron que más de 100 personas con trastornos prolongados de conciencia estaban siendo atendidas por el NHS.

Muchos de los 105 pacientes declarados por las autoridades de salud han estado en esta condición por seis o más meses. Solo una cuarta parte de todos los cuerpos respondieron, lo que significa que es probable que la cifra sea mucho más alta. En el caso más extremo, un paciente atendido por el Western Health and Social Care Trust en Irlanda del Norte había estado en estado mínimamente consciente durante 20 años.

Prensa británica de mañana, HOY — FINANCIAL TIMES — Boris Johnson podría haber salvado a la Unión Europea

[por Simon Kuper — Financial Times, jueves 26 de julio de 2018]

Ahora es difícil recordarlo, pero hasta hace muy poco muchos creían que el Brexit iniciaría una estampida fuera de la UE.

Después de la votación británica, los políticos eurófobos Marine Le Pen y Geert Wilders planearon replicar el resultado en Francia y Países Bajos.

En octubre de 2016, el diario británico Daily Express vociferó: «Europa está en problemas, ya que en todo el continente los países se preparan a celebrar sus propios referendos sobre la pertenencia al superestado.»

Luego llegó Donald Trump para llevar a los fanáticos ‘Brexiters’ hacia su glorioso futuro del libre comercio. Justo antes de asumir el cargo, Trump le aseguró a Michael Gove — miembro del gabinete y conocido Brexiter — en una entrevista: «Soy un gran admirador de Reino Unido. Vamos a trabajar arduamente para lograr que [un acuerdo comercial entre Estados Unidos y Reino Unido] se haga rápidamente y de forma adecuada.»

Solo en febrero pasado Matteo Salvini, líder de la ultraderechista Liga Norte italiana, comparó a la UE con «el Titanic a punto de hundirse». Cuando Salvini ayudó a formar un gobierno euroescéptico esta primavera, algunos esperaban que llegara a intentar hundirle el barco a la UE. Sin embargo, desde entonces el riesgo casi ha desaparecido.

Eso se debe en gran parte a que ahora sabemos una cosa sobre el Brexit: será un fracaso, en el sentido de que empeorará la vida de los británicos.

El Brexit ha salvado a la Unión Europea. La mayoría de las veces, el Brexit parecería ser la peor comedia británica de todos los tiempos: un personaje principal robótico lucha contra un pareja de excéntricos, se ven interminables discusiones burocráticas y la trama casi no desarrolla temas en ninguna dirección.

Sin embargo, este mes, algo finalmente sucedió: el gabinete británico reunido en Chequers — la casa de campo de la primera ministra Theresa May — abandonó el «Brexit duro», la fantasía (o el «sueño», como lo definía Boris Johnson) de que Reino Unido abandonaría alegremente todas las instituciones europeas y volaría por todo el mundo firmando fantásticos acuerdos comerciales.

Después de la decisión del gabinete, varios miembros de la cúpula del Partido Conservador renunciaron. Sin embargo, ni siquiera tienen mayoría dentro de su partido para revivir el Brexit, especialmente ahora que su fantástico socio comercial cruzando el charco acaba de iniciar una guerra comercial a escala global.

Eso deja a Reino Unido con tres opciones: 1. «Brexit suave», lo que significa pagar a la UE y obedecer casi todas sus reglas, aceptando lo que Johnson llama «el estado colonial», y renunciando a firmar acuerdos comerciales unilaterales. 2. Brexit sin acuerdos: salir a la fuerza de la UE para terminar haciendo colas en fronteras, cortando rutas aéreas comerciales, la RAF (fuerza aérea) entregando alimentos y medicinas, etc. 3. Renunciar al Brexit.

Cualquier opción lleva al país al mismo resultado final: la humillación británica. Los Brexiters culparán a May y a la UE, los que quieren permanecer en Europa culparán al Brexit, pero ambos estarán de acuerdo en que se trata de una humillación en toda regla.

Teniendo esto en cuenta, realmente hay que amar el tipo de soberanía que los países tenían hace 200 años (o considerarse fuera de la economía, lo que probablemente significa ya estar jubilado) para seguir apoyando el Brexit.

La mayoría de los europeos se aburrieron del Brexit hace ya mucho tiempo, pero — gracias en parte al dominio anglófono de la esfera pública europea — son vagamente conscientes de que los planificadores de este entuerto británico están con la soga al cuello.

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La farsa sigue su viaje por el continente de una manera distinta a la que viajaría si saliera de Alemania, que sigue siendo una misteriosa caja negra para la mayoría de los europeos: mientras cubría el Mundial, hasta noté que Борис Джонсон (Boris Johnson) era tendencia en el Twitter ruso.

Y el fracaso del Brexit sigue una tendencia: en 2015, el gobierno de Syriza en Grecia intentó renegociar su relación con la UE y hasta irse de ella, y también falló. Hoy, Syriza es un gobierno dócil a favor de la UE. El nuevo gobierno de Italia ya dejó de hablar sobre abandonar la UE o la zona euro, asustado por los picos en los rendimientos de los bonos italianos en la primavera de este año. En Francia, Le Pen dice ahora: «Podemos mejorar la vida cotidiana de los franceses sin dejar ni Europa ni el euro». Al explicar su cambio de opinión, admite: «Hemos escuchado a los franceses».

Y no solo a los franceses: el apoyo a la UE en todo el continente está en su punto más alto desde 1983, según la encuesta de la Comisión Europea realizada a 27,601 personas en abril. El Brexit ha convertido a muchos jóvenes británicos en eurófilos fanáticos de una manera nunca vista en Reino Unido. La UE también se ha hecho con el enemigo externo perfecto: Trump es aún menos popular en Europa que en su propio país, por lo que cuando llama a la UE un «enemigo» contribuye a unir más a los europeos.

Silenciosamente, el populismo está quitando la salida de la UE de su oferta. Todavía tendrán suficientes temas de qué hablar. O quizá solo se vuelvan más desagradables: Salvini ahora habla sin parar sobre los inmigrantes, y Vladimir Putin ya reemplaza al Brexit como último motivo de geopolítica populista.

Sin embargo, el Brexit puede persuadir a muchos electores de que lo que más gusta a los populistas es hacer eslógans. El voto por el Brexit fue en parte un intento de revivir las cotas emocionales que Inglaterra tenía en la II Guerra Mundial. A su debido tiempo, entonces, el Brexit probablemente terminará recreando el mismo desinteresado rescate que Europa continental le facilitó en tiempos de guerra, solo que esta vez en clave de farsa.

Johnson pasará a la historia como un héroe europeo: el hombre que salvó a la UE cuando más peligraba su existencia. Se requería de un sacrificio para enterrar todo el asunto de irse de Europa, y Reino Unido dio el paso adelante. Te guste o no la UE, los británicos han demostrado que no puedes abandonarla. Para bien o para mal, la UE ahora parece tan inevitable como el capitalismo.