
THE INDEPENDENT — MARTES, 17 DE JULIO 2018
«El presidente Putin dice que no es Rusia»: Donald Trump (foto, izquierda) causó indignación en la cumbre de Helsinki al desestimar cualquier sugerencia de que Rusia se haya entrometido en las elecciones estadounidenses.
El acuerdo que Theresa May obtuvo en Chequers es «irrecuperable», luego de que cediera ante los conservadores partidarios de un ‘Brexit duro’ en una serie de cambios a las reglas aduaneras.
Los planes por los que Reino Unido recaudaría aranceles para la UE — que son el corazón de las esperanzas de la primera ministra para un acuerdo con Bruselas — solo seguirán adelante si la UE a su vez acuerda recolectarlos para el Reino Unido.
Parece que no hay perspectivas de que la UE se incline ante tal pedido, aparentemente arrojando por los aires las propuestas de Chequers — que tanto costó conseguir —después de solo 10 días.
En la Cámara de los Comunes, May fue acusada de «bailar al ritmo del Grupo de Investigación Europeo (ERG)», la fuerte organización de parlamentarios pro-Brexit dirigidos por Jacob Rees-Mogg.
«Al capitular ante sus propuestas sobre la Aduana y [el] Proyecto de Ley de Comercio, May está aceptando que el acuerdo de Chequers es ahora irrecuperable», dijo el diputado laborista Stephen Kinnock.
May insistió en que Kinnock estaba «absolutamente equivocado», y dijo a los parlamentarios: «No habría hecho todo el trabajo que hice para asegurarme de que alcanzáramos ese acuerdo, solo para ver que haya cambiado de alguna manera a través de estos proyectos de ley, los cuales no cambian el acuerdo de Chequers.»
Sin embargo, el «libro blanco» (resumen informativo) del Brexit, publicado hace apenas cuatro días, parece descartar un requisito para que la UE firme acuerdos recíprocos.
Dijo que las dos partes tendrían que «acordar un mecanismo para el envío de los ingresos arancelarios relevantes», pero agregó: «Reino Unido no propone que la UE aplique los aranceles y la política comercial de Reino Unido en su frontera para los bienes destinados a Reino Unido.»
Layla Moran, parlamentaria de los Liberales Demócratas y defensora del grupo anti-Brexit Best for Britain, dijo: «Primero Trump humilla a la primera ministra y esta semana su club de fans británico la humilla también: Theresa May ha cedido una vez más.»
La controversia estalló cuando el gobierno declinó negar los rumores de que las vacaciones de verano podrían adelantarse para evitar cualquier intento de derrocar a la primera ministra.
El jueves se presentará una moción para finalizar el período parlamentario el jueves, según fuentes de los Comunes, abandonando así los planes de sentarse el lunes y martes de la próxima semana.
Los oponentes conservadores de May están recogiendo firmas para forzar una moción de censura a su liderazgo en el Partido Conservador, la cual requiere de 48.
Si se envía a los parlamentarios de vacaciones de verano esta semana probablemente será imposible organizar ese concurso y ello dará a la primera ministra un respiro, al menos, hasta el otoño.
Downing Street — el despacho de May — confirmó que el gobierno estaba aceptando las cuatro enmiendas de ERG a la Ley de Impuestos — anteriormente conocida como Ley de Aduanas — solo horas después de que el ministro de negocios internacionales Greg Clark insistiera en que no lo haría.
Una de estas enmiendas podría consagrar en forma de ley que no puede haber fronteras aduaneras en el mar de Irlanda — lo cual ha sido propuesto por la UE como una «barrera» que evite crear una frontera terrestre física en la zona, sin la cual no habrá un acuerdo para el Brexit.
Aunque May ha descartado una frontera en el mar, ha estado avanzando lentamente hacia la aceptación de esta barrera, ya que nunca sería necesaria.
Otra enmienda requeriría que Reino Unido tenga un régimen de IVA separado del de la UE, lo que acabaría con cualquier posibilidad de que Reino Unido permanezca en una unión aduanera.
Un portavoz de Downing Street defendió la aceptación de las enmiendas, que fueron debatidas en el evento de suscriptores independientes de la semana pasada, y dijo: «Creemos que son consistentes con el ‘libro blanco’ que publicamos la semana pasada».
Pero el derrumbe desencadenó una descomposición extraordinaria de la disciplina conservadora en los Comunes, ya que los pro y anti-Brexit del partido intercambiaron insultos.
Cuando Anna Soubry mencionó a Margaret Thatcher, el ‘brexiteer’ Edward Leigh dijo: «Conocí a Margaret Thatcher. Trabajé para Margaret Thatcher. Mi honorable amiga no es Margaret Thatcher.»
Soubry condenó las «demoledoras enmiendas» del ERG y acusó a la primera ministra de estar «asustada de un aproximado de 40» partidarios de un Brexit duro.
«¿Quién está a cargo? ¿Es la primera ministra, o es el honorable miembro de North East Somerset [Mr Rees-Mogg]? Sé a quién apuesto en este momento», agregó.
«Este gobierno está en grave peligro no solo de perder el plan, sino de perder también una cantidad considerable de apoyo de la gente de este país».
Peter Dowd MP, portavoz del Tesoro laborista, dijo: «Le tomó dos años a la primera ministra llegar al acuerdo de Chequers, y solo dos días desmontarlo.»
«El ‘libro blanco’ está hecho jirones, el gobierno está en caída libre y Theresa May no tiene autoridad.»