
i — LUNES, 2 DE JULIO 2018
Theresa May ha prometido enfrentar cualquier desafío a su liderazgo, mientras busca unir a su gabinete, que está actualmente en pie de guerra con sus planes de un futuro acuerdo con la Unión Europea.
Se cree que hasta 20 adversarios están compitiendo por sucederla en el cargo, mientras lucha por mantenerse a la cabeza de su partido. Pero se ha instado a la primera ministra a enfrentarse a sus rivales y luchar por un Brexit que sea «correcto para el país».
May está bajo creciente presión para asegurar un acuerdo después de que se le entregó una carta firmada por 36 parlamentarios pro-Brexit de su partido, exigiéndole que compareciera ante Bruselas en las conversaciones.
El hecho se produce pocos días después de que los 27 estados miembros de la UE le advirtieran que se le está acabando el tiempo para llegar a un acuerdo antes de que Reino Unido abandone el bloque.
La primera ministra debe convocar al gabinete en Chequers — su residencia de verano — el viernes para una crucial reunión sobre la posición final del gobierno sobre el Brexit. El secretario de comunidades, James Brokenshire, admitió ayer que el gabinete aún estaba muy dividido sobre el futuro acuerdo.
«Creo que no hay duda de que hay puntos de vista fuertes en ambos bandos, y eso es lo que me espero cuando empecemos las discusiones del viernes», dijo a la BBC.
Se espera que la propuesta formal del gobierno exprese el deseo de Reino Unido de dejar de ser un miembro de pleno derecho del mercado único y de la unión aduanera.
Fuentes cercanas al ministro del Brexit David Davis dijeron que había estado trabajando estrechamente con May en el orden del día de la reunión del viernes y en la respectiva propuesta formal.
Se cree que la primera ministra y su principal negociador del Brexit, Oliver Robbins, prefieren un arreglo «al estilo de Noruega» después de la retirada, lo que mantendría a Reino Unido alineado con las normas de la UE sobre bienes pero no sobre servicios.
Downing Street desestimó la idea de que el acuerdo incluiría la continua libertad de movimiento de las personas.
El ex ministro del gabinete Nicky Morgan hizo un llamamiento a la primera ministra a oponerse a los ‘Brexiteers’ de línea dura «por el bien del país, de los empleos y del pueblo británico».
«Lo que no puede es pensar que ha asegurado un acuerdo, solo para que Boris Johnson se calme un poco», dijo Morgan.
Las nuevas grietas aparecieron al tratar la fecha límite para abandonar la UE.
El ministro de Negocios Internacionales Greg Clark dejó la puerta abierta a extender el período de transición más allá de diciembre de 2020, con el fin de evitar interrupciones innecesarias.
Pero Andrea Jenkyns, que entregó una carta a la primera ministra el fin de semana firmada por más de 30 parlamentarios conservadores, dijo que «nuestra partida de Europa debe ser absoluta».
«No debemos permanecer involucrados con instituciones de la UE si esto restringe nuestra capacidad de ejercer nuestra soberanía como nación independiente.»
«Cualquier cosa menos será un debilitamiento de nuestra democracia. Reino Unido debe mantenerse firme.»





