THE TIMES – JUEVES 08/03/2018

Un agente neurotóxico fue utilizado para envenenar deliberadamente al espía ruso y a su hija, ha informado la policía, mientras ambos luchan por sus vidas junto al policía que llegó primero a la escena del crimen.

Sergei, de 66 años, y Yulia Skripal, de 33, se encuentran en condición crítica después de que fueron ‘específicamente atacados’ con una sustancia mortal en el centro de la ciudad de Salisbury en Wiltshire; también se ha revelado que un agente de policía, que fue de los primeros en llegar al lugar y encontrar a la pareja desplomada en un banco, se encuentra en estado “muy grave” en el hospital.

Los tres están en coma y en cuidados intensivos después de haber sido expuestos el domingo a un gas nervioso, sustancia química altamente tóxica que ataca el sistema nervioso y desactiva las funciones corporales.

Un exiliado ruso dijo que se encontró con Skripal varias veces, y afirma que todavía estaba trabajando y en contacto regular con oficiales de inteligencia en la embajada de Rusia, mientras que la policía todavía desea interrogar a una pareja capturada cerca de la escena en una cámara de circuito cerrado, a quienes inicialmente se creyó eran Skripal y su hija.

La agresión está siendo investigada como “intento de asesinato”, pero podría convertirse en homicidio si alguna de las víctimas muere en el hospital; el ex espía y su hija habían disfrutado de una cena de risotto en la popular cadena Zizzis y tuvieron una conversación con el personal antes de irse.

Se cree que Yulia Skirpal, empresaria radicada en Moscú que visitaba a su padre, no fue el objetivo principal del atentado. Ella escribió ‘bien’ comentando una carta publicada en Facebook que decía que Vladimir Putin es ‘el peor presidente del mundo’ y que debería ser encarcelado.

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Documentos revelan detalles de una investigación de meses de duración realizada por Hill Dickinson, un estudio de abogados, tras las denuncias de un delator sobre la conducta de Lady Barbara Judge, presidenta del Instituto de Directores (IoD), uno de los principales grupos empresariales británicos.

Se dice que Stephen Martin, el director general del organismo, ha sido uno de los que se ha querellado contra Lady Judge, quien se cree que está a punto de renunciar. Se ha conocido también que hay una reunión del consejo de gobierno de IoD programada para el jueves, en la cual se espera que Dame Joan Stringer, su presidenta, presione la salida de Lady Judge.

La presunta inconducta de Lady Barbara también incluyó calumnias racistas y sexistas, así como actitudes intimidatorias hacia otros miembros del personal de IoD; la revelación es especialmente embarazosa para IoD, que se precia de ser un bastión del gobierno corporativo y con frecuencia critica a grandes empresas, por los fallos que percibe en sus directores para administrarlas de manera efectiva.