‘Tenía muy poco que perder’ 

En 1984, Tina Turner vendió 12 millones de copias y obtuvo tres premios Grammy gracias a su álbum Private Dancer, pero podría no haber conseguido nada si no hubiera empezado a trabajar dos años antes con el cofundador de Human League y Heaven 17

A principios de los años 80 — luego de separarse amargamente de su abusivo esposo y compañero de banda Ike — muchos expertos de la industria creían que la carrera de Tina Turner era cosa del pasado, y que estaba condenada a cantar en discotecas y programas baratos de televisión por el resto de sus días. En cambio la gran dama del rock ‘n’ soul, fallecida la semana pasada a los 83 años, demostró que todos los que dudaban estaban equivocados y logró en 1984 uno de los reentrés a la música pop más espectaculares de todos los tiempos con el álbum Private Dancer, que vendió 12 millones de copias y le hizo ganar tres premios Grammy estableciendo además, a los 44 años, un récord histórico por ser la artista solista de mayor edad en encabezar el Billboard Hot 100 con el sencillo principal del álbum, What’s Love Got to Do With It.

Sin embargo, puede decirse que nada de esto hubiera sucedido si Turner no hubiera unido fuerzas dos años antes con la British Electric Foundation.

La B.E.F. — empresa productora musical del norte de Inglaterra compuesta por los pioneros del synthpop Martyn Ware e Ian Craig Marsh, fundadores de Human League primero y de Heaven 17 después — creyó en Turner cuando pocos se atrevíán a hacerlo. Y al producir sus versiones futuristas y electrofunky de Ball of Confusion de los Temptations y Let’s Stay Together de Al Green, B.E.F. preparaba el territorio para aquel aplastante regreso, ayudándola a obtener rotación en la primigenia MTV junto a Heaven 17 y otras bandas new wave con integrantes que le partían la edad por la mitad. El éxito internacional de Let’s Stay Together fue, claramente, lo que facilitó la decisión de la discográfica Capitol Records de tirar los dados y apostar por el lanzamiento de un álbum completo de Tina Turner… y el resto ya es historia.

Tras la muerte de Turner, Ware se sentó con Yahoo Entertainment para evocar gratos recuerdos de su época en el estudio y en el escenario con la legendaria diva.

Yahoo Entertainment: Comencemos desde el principio. ¿Eras fan de Tina Turner antes de empezar a trabajar con ella?

Martyn Ware: Mucho tiempo antes. Me encantaba River Deep – Mountain High, que probablemente sea una de las canciones que más me gustaron toda la vida. Uno de los primeros experimentos que hicimos con Human League fue en realidad una versión de ese tema; traté de persuadir a Phil [Oakey, excompañero de banda de Human League] para que la cantara, pero no quiso. ¡Creo que le tenía miedo! [risas]

Me parece que Phil hizo bien, porque Tina Turner no es una artista fácil de versionar. Entonces, ¿cómo surgió la primera colaboración de la British Electric Foundation con Tina, Ball of Confusion? Sentó las bases, por así decirlo, de uno de los segundos inicios más importantes de la historia del pop.

Fue el destino, realmente, porque yo tenía que grabar Ball of Confusion con James Brown como pista final del primer álbum de B.E.F., Music of Quality and Distinction. Y los abogados de James trataron de chantajearnos contactándonos, 24 horas antes de tener todos los vuelos reservados para ir a Atlanta, diciendo que James quería cobrar por todo el álbum y no solo por su pista. Y dijimos: “bueno, eso no puede ser”… entonces, todo se fue al diablo. El mismo día, estaba yo sentado en las oficinas de Virgin Records lamentándome por mi destino… y en eso Ken Berry, director financiero de Virgin Records, escuchó nuestra conversación. Ken no tenía nada que ver con la música en absoluto — era un ejecutivo que hace mover las fichas de la industria — y me dijo: “Me estoy yendo hoy a Los Ángeles y voy a quedar con mi amiga Tina Turner. ¿Qué te parece?» Y por suerte, dos semanas antes de eso, yo la había visto actuar en una sala de Londres llamada Venue, donde estaba haciendo su Proud Mary Show — que era un poco anticuado, pero increíblemente impresionante desde el punto de vista del mundo del espectáculo. Supongo que la gente diría que fue como un espectáculo de nostalgia, de verdad. Entonces tenía 42 años, y el negocio de la música la percibía como — odio decir esto — alguien que ya había tenido sus quince minutos de fama, que estaba estirando los últimos retales de su carrera. Era claramente una intérprete fantástica todavía, pero necesitaba una actualización total si quería hacer algo como cantante solista. De hecho, no tenía contrato discográfico en ese momento y no parecía haber muchas posibilidades de que alguien le ofreciera uno por su edad, a pesar de que parecía 10 años más joven. Entonces, lo siguiente es que estoy sentado en el Concorde con Glenn [Gregory, de Heaven 17], volando a Estados Unidos para reunirme con Tina e intentar persuadirla — con la ayuda de nuestro mánager estadounidense en ese momento, Bill Gerber, quien facilitó nuestra reunión y ayudó a negociarlo todo.

Cuando filmábamos Private Dancer había momentos en que Tina terminaba con lágrimas en los ojos. En cada actuación llegaba a su límite emocional. Y como público asistiendo a esa actuación, uno no podía evitar sentirse totalmente entregado y conectado con lo que estuviera diciendo.

¿Había algún tipo de escepticismo por parte de Tina acerca de trabajar con aquellos chicos ‘electrónicos’ de Sheffield?

Creo que escuchó la recomendación de algunas personas en la industria que habían escuchado el tipo de cosas que estábamos haciendo: que éramos futuristas, pero que parecíamos tener cierta percepción del soul clásico. Realmente no hubo que persuadirla porque ella siempre había sido una intérprete, no realmente una estratega de su propia carrera. Como dice el viejo refrán it was a man’s world, en ese entonces el negocio de la música era un mundo de hombres. Y muchas mujeres negras estaban aún más subyugadas a los horrores de la dominación masculina en ese momento. Es interesante: acabo de ver el documental de Donna Summer y hay muchos paralelismos allí. Ya sabes, es difícil para una mujer negra con tanto talento llegar a la cima. Y sabemos ahora lo que no sabíamos entonces; en ese momento nadie sabía por lo que estaba pasando Tina, o por lo que había pasado con Ike. Es decir, había rumores de que Ike no la trataba muy bien, pero nada como los detalles que conocemos ahora. De alguna manera, la prensa en Inglaterra realmente no se centraba en ese tipo de cosas en ese momento. Es más; la prensa no veía ningún interés noticioso en la vida de Tina, porque ya se había ido del ojo público.

Sí, en 1982 gran parte de la prensa musical americana ya había descartado a Tina asumiendo que sus días como creadora de éxitos habían quedado atrás. ¿Era algo de lo que eras consciente? Por ejemplo, ¿acaso se escuchaban rumores, tal vez de compañeros o personas de la industria, del tipo «¿qué haces trabajando con Tina Turner?»

Tina ni siquiera estaba en la opinión pública, no le importaba a nadie mediáticamente. Era vista como una vieja estrella cuyo momento ya había pasado: una curiosidad. No hubo ninguna connotación negativa. De hecho, no había ninguna connotación. No estaba en la conciencia pública, lo que probablemente haya sido lo mejor porque eso significaba que podía reinventarse de la forma que quisiera.

¿Qué recuerdas de tu primer encuentro con ella en Los Ángeles?

Era el charm hecho persona. Fuimos a su casa, y nos recibió con mucho cariño y respeto por el estilo de vida inglés, porque dijo: «¿Te gustaría una taza de té?» Y también puso galletitas. Fue muy cariñosa. Luego le explicamos lo que estábamos haciendo, y creo que Bill Gerber ya le había hablado algo al respecto. Sinceramente, después de haber leído su autobiografía y lo que dijo sobre ese período, no creo que Tina hubiese comprendido completamente qué demonios estaba pasando. Pero tienes que meterte a su forma de pensar en ese momento: pienso que vio que tenía muy poco que perder probando algo nuevo. Creo que tuvo una sensación de libertad por primera vez. Luego de eso se vino a Londres, y grabamos las voces de Ball of Confusion. Ahí entra la famosa historia sobre que llega al estudio [Abbey Road] y pregunta: «Y… ¿dónde está la banda?» Y le señalamos el [sintetizador/estación de trabajo] Fairlight, diciéndole: “Está ahí dentro. Este es el futuro: somos solo nosotros y esta máquina.”

Imagino que eso la desconcertaría un poco…

Bueno, hay que entender que ella estaba encerrada en su mundo de artista. Nunca escribió ninguna de sus canciones; no estaba interesada en esa parte del proceso creativo. Todo lo que le interesaba era la interpretación. Yo comparo su enfoque al de un actor, que consiste más en identificar la trama principal y los valores y la conexión emocional de un texto, y luego interpretarla de la manera más emocionante posible … eso hacía Tina con sus canciones. Existe esta imagen de ella, de leona sexualizada y todo aquello pero, si escuchas las canciones, ella aporta la luz, la sombra y los matices de cada interpretación. El cante es un don. Ella sabía cantar, todos lo sabemos. Pero muy, muy pocas personas, incluso aquellas con voces fantásticas, pueden dar tanto significado a una canción como ella lo hizo durante toda su carrera.

Ball of Confusion fue una gran deriva de la Tina que todos conocíamos. Es un tema que, incluso cuatro décadas después, todavía suena vanguardista y moderno. ¿Qué concepto tenía B.E.F. para este híbrido futurista de R&B y new wave?

Una de las razones clave por las que hicimos el álbum de B.E.F. fue crear este nuevo modelo de electro-soul. Y esta fue la más electro-soul de todas las pistas del álbum, por lo que necesitábamos a alguien que tuviera un estatus de semidiós creíble para interpretarla. La pista, como dije, estaba destinada a James Brown, pero Tina era perfecta para ella. Lo interesante es que era una canción bastante machista. La pista original se siente angulosa, dinámica y muy masculina, escrita para una voz masculina. Pero Tina la grabó en una sola toma, porque es una de las pocas cantantes de soul [femeninas] que realmente tiene una voz que no es realmente de mezzosoprano; está por debajo de ese registro. Su rango inferior es realmente impresionante. Y cuando sube una octava o más, es como, ¡PUM! le saca ese tipo de energía reprimida y reprimida al público. Al final, cuando terminó de grabar, se volvió hacia mí y me dijo: “Fue un poco difícil de cantar, Martyn. Parecía que había más de un hombre en la canción original.” Y dije: “Bueno, ¡son los Temptations, Tina!”. Me contestó: “¿Y quiénes son esos?” ¡Te lo juro por Dios: Tina no tenía ni idea de quiénes eran The Temptations!

¿De verdad? Me sorprende mucho.

De verdad. Creo que Tina le había dado la espalda al soul y al R&B porque quería ser, como lo expresó más tarde a la prensa, la Reina del Rock ‘n’ Roll. Estaba más interesada en alternar con Rod Stewart, David Bowie o Mick Jagger.

Entonces, ¿sentiste alguna resistencia de su parte cuando comenzaste a trabajar con ella?

No era resistencia; era simplemente un mundo completamente ajeno a ella, y no solo en el sentido de, “uy, esta es una nueva tecnología y una nueva forma de hacer las cosas”. He trabajado con muchos artistas que no están familiarizados con el trabajo de esta manera, pero la mayoría de ellos lo entienden incluso si no es su modo favorito. Esto estaba tan alejado de la experiencia interpretativa de Tina — recordemos que la gran mayoría de lo que hizo en estudio fue con banda en directo — que para ella era una forma extraña de trabajar. Debe haber sido, no sé, como si un viejo cantante de blues entrara al estudio con David Guetta o algo así. [risas]

El resultado demuestra que se aclimató rápidamente a la situación.

¡Pero claro! Solo estuvo en el estudio una hora.

Wow… igual que con Let’s Stay Together, ¿verdad?

Sí, esa también salió en una toma. Tina nunca quiso saber nada sobre la pista de audio, ni quiso contribuir a ella de ninguna manera, ni anotó sugerencias para darme. Simplemente hizo su trabajo usando su suprema habilidad y confianza, y dejó que el productor se encargara del resto.

¿Sería una situación en la que ella te dijo: «Mira, hazlo bien porque te estoy dando una oportunidad»? ¿O planeaste estar más tiempo con ella en el estudio, pero luego pensaste: «No, salió todo perfecto, no necesitamos tomas de seguridad»?

Como parte de su metodología — de la misma manera que un actor se aprende sus líneas — ella leyó su letra, entendió su significado, sabía qué tipo de botones presionar con su voz en términos de comunicación con la audiencia, y la cantó. Fue un momento asombroso. Nunca había visto algo así, y a día de hoy no lo he vuelto a ver. He grabado con grandes cantantes, es decir, Chaka Khan está a la altura de los mejores, pero tengo que decir que Tina lo hizo incluso mejor que Chaka. Nunca he conocido a nadie que entendiera tan a fondo lo que se requiere de una interpretación vocal. Y, ya sabes, ella venía de ese mundo que te dice «el trabajo duro paga». Independientemente de lo malo que hizo Ike, que fue mucho, parte de lo que Tina aprendió con él fue cómo cantar porque, si le tenía miedo a Ike y no cantaba bien, estaría en problemas.

Hablemos un poco más de Let’s Stay Together, porque fue un éxito aún mayor que Ball of Confusion. ¿Cómo surgió esa colaboración en 1983?

[El mánager de Tina] Roger Davies, que también había estado allí en la grabación de Ball of Confusion, no me había contado que estaba planeando el primer álbum de Tina como solista, que resultó ser Private Dancer. Y se nos acercó para decirnos: «¿Nos escribirías un par de canciones?» Quedaron muy impresionados con B.E.F. y el primer álbum de Heaven 17, pero resultó que estábamos en medio de la grabación de [el segundo álbum de Heaven 17] The Luxury Gap y teníamos un tiempo reservado en un estudio que nos salía muy caro. Nos sentimos muy halagados de que nos lo pidieran, por supuesto, pero también sé que la idea nos intimidó un poco porque no habíamos escrito para nadie; solo escribimos a nuestro gusto personal, para que lo interpretemos nosotros. Hoy quisiera haber dicho que sí, para ser honesto, pero estábamos en medio de la grabación de The Luxury Gap y hubiera sido bastante perturbador. En ese momento, Ian ya se había ido de B.E.F. y estaba yo solo como productor, así que pensé en armar una lista corta de covers que podrían funcionar para Tina. El primero de la lista fue Let’s Stay Together, y a ella le encantó la idea.

Me sorprende que le encantara, ya que acabas de decir que se había alejado del soul clásico.

Bueno, sí, pero tenía ídolos. Es difícil imaginar que Tina tenga ídolos [risas], pero eran Al Green, Sam Cooke y Otis Redding. Entonces, simplemente le había dado en el clavo. También le dije: “Sé adónde quieres ir en tu camino a ser una estrella de rock, pero necesitamos volver a hacer que el mundo sea consciente de que eres una de las mejores cantantes de soul del planeta, te guste o no. Incluso si este es tu último suspiro como cantante de soul, es bueno dejar fijo ese legado en un contexto diferente.” Y eso hicimos.

¿Qué otras canciones estaban en tu lista de versiones para ella?

En realidad, 1984 estaba en el séptimo lugar de mi lista, pero me pareció que sería bueno hacer algo un poco más atrevido e inusual, y sabía que ella era una gran admiradora de David Bowie. Entonces la subí de lugar, y le dije que me parecía genial que hiciera una versión de este tema, porque sabíamos que [Private Dancer] saldría en 1984. Desde el título sonaba como una profecía autocumplida, y dijo que sí. Le encantó esa idea.

Cuando tuviste ese éxito inicial con Ball of Confusion y Let’s Stay Together, al empezar a trabajar en el álbum — que terminó incluyendo la segunda y 1984 — ¿tuviste la sensación de que se trataba de un ahora o nunca, la última oportunidad de Tina para volver a la cima?

No. Más bien creo que Roger Davies sí sabía lo que estaba haciendo. Parecía tener un verdadero amor por su trabajo y la convicción de que Tina debía volver al ojo público. Lo bueno de que ella fuera una cantante solista, ya libre de todo el tema Ike, era, además, que también estaba libre del género que hacía antes. Podía ser cualquier cosa que quisiera. Eso requiere una especie de enfoque de autor de diferentes productores, diferentes compositores, pero Roger fue el autor intelectual de todo. Él fue quien tuvo la visión de ponerlo todo junto.

Let’s Stay Together fue un gran éxito. Fue el 12 pulgadas más grande en Estados Unidos en ese momento. Y eso es lo que convenció a Capitol Records de dar luz verde a Private Dancer.

Let’s Stay Together fue en Europa un fenómeno aún más grande. Fue más allá de cualquier expectativa. Esa fue la táctica de Roger: “No vamos a tratar de entrar en Estados Unidos; vamos a hacer una especie de incubadora de ensayos en Europa” porque, en ese momento, las discográficas y radios norteamericanas, hasta cierto punto, venían a buscar nuevas ideas a Reino Unido, a dejar que asumamos el riesgo financiero aquí, y luego ya podrían decir: «¡Oye, esto ya ha funcionado en Europa!» De todos modos, si viste el programa en directo que hicimos en [el programa de televisión de música de la cadena ITV] The Tube, fue como encender un reguero de pólvora: Tina salió disparada hacia la estratósfera después de aquello. La percepción de la gente sobre Tina cambió por completo.

Esa actuación de The Tube en 1983 fue la única vez que estuviste en el escenario con Tina. ¿Qué recuerdas de ello?

Bueno, en primer lugar era televisión nacional en directo, lo cual fue aterrador — especialmente considerando que nosotros no tocábamos en vivo entonces: ¡éramos una banda de estudio! Igual, yo había salido de gira dos años con los Human League [antes de dejar la banda en 1980], pero para Glenn sí que fue su primera presentación en directo en televisión. Recuerdo que Tina nos presentó a la audiencia y dijo: “¡Quiero presentarles a mis productores, Martyn y Glenn!”. Y piensa que solo teníamos 26 o 27 años. Yo pensaba: «¡Dios, esta mujer es una leyenda!» Y, por supuesto, en ese momento pensamos que tener 42 años de edad te hacía un anciano. Menuda ironía. [Risas] Éramos unos niñatos, así que estábamos muy nerviosos. Tina entró en nuestro camerino 10 minutos antes de salir al aire, y me dijo: “Martyn, tengo una idea para el estribillo de la canción. Te vienes al centro del escenario, vienen tú y Glenn, y mis dos (guapísimas) bailarinas les van a pasar las manos por sus piernas, ¿OK?” Yo le dije, “Tina, no creo que sea buena idea. No quiero que tengamos ningún accidente vergonzoso, ¿sabes? [Risas] Y pensé: «Esto es demasiado show business para mi gusto…»

Vaya. Era como si ambos fueran dos primerizos en esta situación.

Nunca he tenido tanto terror. Pero la presentación salió muy bien, y catapultó a Tina de vuelta a la percepción pública. Y lo extraño es que casi puedes ver ese momento en la pantalla en tiempo real. Ella y sus bailarinas aún llevaban el vestuario de [su espectáculo personal] Proud Mary Show. Es difícil de explicar, pero la percepción de Tina pasó de abuela glamurosa a estrella del pop adulta. Los medios están todavía poco acostumbrados a elogiar a mujeres de cuarenta y tantos, o a verlas como artistas vitales y enérgicas.

Creo que ahora es aún peor. Me pregunto si un retorno como el que Tina logró en los años 80 sería posible para una mujer de cuarenta y tantos hoy.

Muy buena pregunta. Realmente no tengo respuesta. Creo que vivíamos en un período en el que comenzaba a definirse este nivel de artista en la cima que yo llamo «los eternos» — artistas como los Rolling Stones, a quienes la gente todavía paga mucho dinero para ir a ver. Tina solo quería estar en ese nivel, donde tu edad ya no importa tanto y solo se juzgaba cuánto podías entregar por lo que la gente pagaba como espectáculo. Realmente era tan simple como eso.

Lo que me parece interesante es que creo que Private Dancer fue un álbum menos osado que las canciones que grabaste con Tina, las pistas que la ayudaron a volver a ese nivel.

Sí. Yo creo que, una vez que Let’s Stay Together y Ball of Confusion ayudaron a replantear su popularidad en una audiencia potencialmente más joven, el espíritu de Tina volvió rápidamente. Tal vez estaba empezando a tener más confianza en su propio poderío, y su gusto era ya más de mediana edad y más atemperado, así que tomó el control y asumió todo aquello. Se aceptó. El álbum salió más reposado para mi gusto de todos modos … de hecho, Roger y Tina regresaron y nos preguntaron si nos gustaría hacer un par de versiones para su siguiente álbum, Break Every Rule, y las dos pistas que se nos ocurrieron fueron A Change Is Gonna Come y Take Me To The River. Estaba escuchando esta última el otro día, y me dolió que no eligieran ponerla en ese álbum o sacarla como single, porque todavía suena fresca ahora. Suena muy dinámica … creo que la razón por la que no la usaron fue porque ya se habían alejado de ese electrofunk un poco más atrevido, y sentían que ya no encajaba con el lugar al que Tina quería llegar.

Supongo que si hubiera continuado en ese estilo más electro, tipo B.E.F., habría tenido un renacimiento y una larga carrera igualmente pero más en la línea de Grace Jones o Kylie Minogue, heroínas de culto en Estados Unidos pero no fulgurantes estrellas del pop convencional. Y asumo que Roger apuntaba al mainstream.

Ah, sí, claro que sí. Esa fue su táctica, y les salió bien. ¡Todo funcionó!

¿Tina y tú mantuvieron contacto?

Sí. Yo había quedado un poco decepcionado porque dejaron de lado el trabajo que habíamos hecho en su siguiente álbum… y ella ya estaba convirtiéndose en una estrella mundial a medida que avanzaba hacia la meseta del éxito que quería. Entonces, no mantuvimos contacto regular, pero cada vez que Tina venía a Europa y actuaba, muy amablemente me mandaba una entrada VIP y nos reuníamos detrás del escenario. Vi el penúltimo concierto que hizo [en 2009] en el O2 Arena de Londres, y actuó durante dos horas y media. Tenía 69 o 70 años, todavía bailaba dándolo todo. Pero luego enfermó. Su último concierto, por extraño que parezca, fue en Sheffield. Ese fue el último concierto que hizo.

¿Tienes algún pensamiento final sobre tu época con Tina y la música que crearon juntos?

Solo diré que es una de las personas más generosas que he conocido. La gente a menudo usa el término «con los pies en la tierra» como una especie cortés de elogio, pero ella era una persona muy centrada cuando trabajé con ella, y disfruté inmensamente de su compañía… nunca habrá otra Tina.

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Artículo de Lyndsey Parker

Publicado por Yahoo! News el martes, 30 de mayo de 2023 (10:24 hrs)

© Alejandro Tellería-Torres — derechos reservados de esta traducción al español

Enlace al artículo original [en inglés]: https://www.yahoo.com/entertainment/martyn-ware-helped-launch-tina-turner-80s-comeback-214818667.html